Un estudio investigó la administración de remifentanilo guiada por el dispositivo médico ANI bajo anestesia con propofol
¿Qué es y para qué sirve el dispositivo ANI?
ANI es un producto de MDoloris Medical Systems que mide la actividad del sistema nervioso autónomo. Ofrece un índice de analgesia y nocicepción, que ayuda a controlar el estrés quirúrgico, para así mejorar los resultados posoperatorios. Independientemente del fármaco autorizado, permite la detección precoz del estímulo nociceptivo antes que la hemodinamia, haciendo un diagnóstico rápido y preciso del evento hemodinámico, resultando en una titulación precisa de los analgésicos. Este equipamiento se utiliza en todo el mundo para guiar la analgesia y reducir el uso de opiáceos con excelentes resultados. Además, son muchos los expertos de renombre que los aplican para guiar la anestesia libre de opiáceos.
¿Qué es el estrés quirúrgico?
Cuando un paciente debe transitar una cirugía, se genera lo que se conoce como estrés quirúrgico. El estrés quirúrgico hace referencia a una respuesta inconsciente al daño tisular expresada por cambios autonómicos, metabólicos y hormonales que siguen a la
injuria o trauma. Cuando se hace una incisión, sustancias proinflamatorias se liberan, activando los receptores y las fibras aferentes. La señal eléctrica viaja hasta la médula, donde se modula en intensidad antes de transmitirse a regiones subcorticales donde la respuesta del autónomo se activa. Cuando la señal llega al córtex somatosensorial, ocurre la percepción y aparece la sensación dolorosa, mientras que la activación simpática aparece en el tálamo y excita el sistema inmunitario e incrementa la inflamación. Esta es la respuesta que debe ser controlada, antes de que el estrés quirúrgico impacte negativamente al paciente.
Las evidencias recientes muestran que cuando se administran opiáceos la frecuencia cardíaca y la presión arterial son igual de eficaces que lanzar una moneda al aire para detectar el estímulo nociceptivo. La sensibilidad y especificidad del ANI son los mejores para detectar dicho estímulo, titular los analgésicos y mejorar los resultados posoperatorios.
Conclusiones del estudio
A grandes rasgos, este estudio muestra una reducción del remifentanilo del 25%, sin que ello repercuta negativamente en el dolor postoperatorio y, además, reduciendo la incidencia del dolor persistente en un 12%. Los pacientes guiados por ANI mostraron un estado «muy satisfecho» en el 83,3% de las veces frente a la práctica estándar en el 38,5%».
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Fuente: Estudio ANI