Lámparas quirúrgicas: un elemento clave para el éxito de una operación

Hospitales, clínicas y otros tipos de centros de salud son cada día el punto de encuentro entre profesionales de la salud y pacientes. En los procesos de diagnóstico y atención médica, cada etapa de contacto es crucial para garantizar la mejor respuesta para quienes necesitan recuperarse de dolencias y enfermedades. Sin embargo, existe un tipo de situación que es crítica para determinar la evolución favorable de un paciente y que en muchos casos conlleva otros riesgos: una intervención quirúrgica. 

En estos momentos entran en juego muchos factores, todos de suma importancia. Uno de estos es la iluminación, que es fundamental para el correcto funcionamiento de áreas quirúrgicas y para colaborar con el éxito de los procedimientos que allí se realizan.

Por esta razón, resulta imprescindible garantizar una óptima iluminación en quirófano.

La iluminación en una sala de cirugía, está compuesta por una serie de luces quirúrgicas que proporcionan al equipo médico una iluminación brillante y uniforme centrada en la mesa de operaciones durante cualquier procedimiento, para una visualización óptima del área a intervenir.

Aspectos y normas básicas para la iluminación de un quirófano:

• La luz de las lámparas debe ser blanca ya que en quirófano el médico necesita poder observar el color de cualquier órgano o tejido ya que éste es un indicador del estado y salud del paciente. En este sentido, si debido a la iluminación se apreciara un color distinto al real, podría provocar complicaciones en el diagnóstico o en la propia intervención quirúrgica.
• Ofrecer una luz intensa dirigida pero que evite el mínimo cansancio visual y no provoque fatiga ocular a los profesionales intervinientes. 
• Una luz homogénea, que no genere sombras y que se centre en el área de intervención quirúrgica. 
• La luminiscencia central debe ubicarse entre los 160.000 y los 40.000 luxes.
• No generar radiaciones infrarrojas (IR) ni ultravioletas (UV) ya que puede provocar daños o lesiones en el tejido corporal que está expuesto durante la operación quirúrgica. Además, también provoca calor en la nuca del equipo médico. 
• Deben de contar con un respaldo en caso de que se presente la interrupción del suministro de electricidad.
• Accesibilidad y mantenimiento fácil: Los luminarios deben ser fácilmente manipulables, es decir, que el ajuste mecánico para cambiar la lámpara de ángulo o posición pueda realizarse de forma rápida y sencilla, sin maniobras complicadas pues en una operación el foco de atención debe ser el paciente. Además, se debe poder limpiarlas y desinfectarlas adecuadamente.
• Las lámparas, especialmente las situadas en el techo, deben ser compatibles con el sistema de aire acondicionado para poder controlar las partículas contaminantes.

De esta manera, es clave contar con sistemas de iluminación que cumplan con las cualidades antes mencionadas. Tal es el caso de las lámparas quirúrgicas TruLight 5000 de Hillrom. Su combinación de adaptabilidad y eficiencia le brinda la facilidad de uso y la posibilidad de adaptar su centro médico a las necesidades futuras. Este producto ofrece posregulación automática de la intensidad luminosa en distancias de trabajo típicas, temperatura de color ajustable y la posibilidad de integración de una cámara.

Otros modelos ampliamente utilizados son el Trulight 3000 y el Trulight 1000 que también cuentan con luz adaptable y proponen una elevada calidad lumínica, flexibilidad y durabilidad.

Por otro lado, las paredes y superficies de la sala de operaciones también deben colaborar con la visión de los médicos y asistentes. En general son de color verde o azul claro porque es el color complementario del rojo, el de la sangre. De esta forma, se evita lo que se conoce como fenómeno de contraste sucesivo, que permite a las personas que participan en la intervención descansar la vista cuando apartan la mirada de la mesa de operaciones.

En conclusión, el resultado de una operación depende de muchos factores que van más allá del estado del paciente e incluyen la preparación del personal médico, el instrumental y la utilización de equipamiento de calidad.

En línea con esto, ITS ofrece dispositivos médicos responden a la más avanzada tecnología del mercado para facilitar la labor de los profesionales de salud y para que estos puedan mejorar la calidad de vida de las personas, por lo que puede contar con nosotros si precisa estos elementos para su consultorio, clínica u hospital.